18 oct 2012

Turismo de ocio Bariloche

Se le llama al “ocio” como el tiempo libre que tienen los individuos cuando no están realizando ninguna actividad obligada como trabajar ni tareas domésticas. Es un tiempo que se puede dedicar a recreación, descansar, practicar deportes, etc.
 
Se realizan muchas formas de turismo como rural, ecológico, de aventura, pero también existe turismo de ocio en Bariloche. Siguiendo con esta premisa, turismo de ocio es considerado cualquier actividad que libere a las personas de sus obligaciones y las despeje en cuerpo y mente.
 
Hay que aclarar que todas las actividades existentes en esta ciudad ubicada al lado del lago Nahuel Huapi se consideran activas, y son pensadas para visitantes que no solo disfruten de mirar el entorno sino que también se involucren en activamente actividades, deportes y contacto con la naturaleza.
 
Alternativas interesantes sobre todo para espíritus aventureros son las que tienen que ver con el turismo aventura: caminatas entre los cerros, rafting por ríos de montaña, travesías 4x4 que ponen a prueba las capacidades cardíacas son algunas de las tantas opciones.
 
Un paseo por los atractivos naturales mas conocidos de Bariloche también constituye actividades ociosas a realizar. Los cerros Otto, Catedral, Campanario y Tronador permiten respirar aire puro y admirar la inmensidad de la creación.
 
En los centros de esquí rionegrinos hay plena actividad durante los meses de invierno. Muchos turistas eligen sus partes bajas y algún instructor para aprender a esquiar, a hacer snowboard o simplemente juegan en familia haciendo divertidos muñecos de nieve o guerras de bolas de nieve.
 
Asimismo, los directivos de la municipalidad de San Carlos de Bariloche y provincia de Río Negro organizan habitualmente festividades al aire libre, con shows gratuitos en los que invitan a importantes figuras artísticas nacionales.
 
Además, se puede elegir entre diversas excursiones para realizar en familia, en pareja o solos en búsqueda de tranquilidad. Cabalgatas hacia los glaciares, caminatas en el Cerro Otto, Leones o Lago Frías permiten una vista panorámica tanto de la ciudad como de la cordillera además de la posibilidad de tomar espectaculares fotografías y entrar en contacto directo con la naturaleza.
 
Andar en teleférico es una experiencia muy recomendable elegida por todos, grandes y chicos, de origen nacional o extranjera. Se asciende hacia una confitería giratoria en la cima del cerro Otto por más de 2.100 metros.
 
Para hacer en familia en auto o alquilando un vehículo son los circuitos chico y grande de Bariloche. El primero consiste en recorrer diversos puntos como la Bahía López y el Cerro Campanario en tanto el circuito grande implica alejarse unos kilómetros de la ciudad y bordear el Río Limay llegando al mirador Traful entre otros imponentes sitios de interés.
 
Otras actividades de descanso y esparcimiento constituyen por ejemplo las visitas guiadas a fábricas de chocolate artesanal o de cerámica, allí no solo se puede comprar regalos o degustar delicias sino también aprender de acerca de técnicas milenarias provenientes de los aborígenes que habitaban la precordillera argentina y chilena.
 
Con una calidad y calidez inmejorables en la atención al turista, Bariloche sigue reafirmandosé año a año como un destino predilecto cuando las neuronas y el cuerpo de muchos piden un descanso.

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